Una noche llena de sorpresas [Jezebel]

Hoy era uno de los pocos días en los cuales podía dedicarme a mi mismo, tenía el día libre hoy no recibiría órdenes de mi padre, hoy no tenía que encargarme de ningún tipo de estrategia más que la que ocuparía para divertirme. Ya era de noche y tenía ganas de unos tragos, música, unos cuantos cigarros y... ¿porque no? también de mujeres. Después de tomar una larga ducha salí del baño directo a mi armario, saque un traje negro y una camisa azul, me vestí sin prisa alguna, y al final me puse el saco y un poco de mi loción favorita. Subí a mi coche en dirección al Domino Bar sin duda alguna ese era el lugar que mas frecuentaba cuando tenía la oportunidad de hacerlo. Le deje el coche al chico encargado de estacionarlo -Pobre de ti si le pasa algo al coche- le dije entregándole las llaves del coche. No había nadie conocido ahí al menos no en la entrada, finalmente entre, el lugar tenía bastante ambiente, olía a alcohol, cigarros y claro también a otras cosas. Fui directo a la barra-Un martini doble- le pedí al barman, mientras que miraba a la gente que estaba en la pista de baile. Había una que otra chica que me llamaba la atención pero por el momento todavía no quería liarme con ninguna. Mientras esperaba saqué un cigarro y lo encendí dándole un toque. Finalmente el barman me entregó mi martini le di un sorbo y de pronto una voz me llamo, una voz bastante dulce.

Me encontraba estacionando frente a Domino Bar, era una de las pocas noches libre que tenia y quería aprovecharla; aunque muy en el fondo aun tenia la sensación de que terminarían llamándome para algún encargo. Salí de mi auto y entregue al chico encargado las llaves, no es que me preocupara mucho el que alguien intentara robarlo ya que no era el mejor allí, pero a mi me servia y eso era suficiente. Entre en el club a paso firme y los olores típicos de alcohol, droga y sexo no tardaron en llegar a mi nariz. Abriéndome paso entre la gente me posicione en un lugar medio apartado de la barra en donde podía observar todo la pista de baile. Me fije en la gente que se encontraba allí, buscando a alguien con quien divertirme sin encontrar un resultado satisfactorio. Suspirando decidí embriagarme un poco al menos – Un vaso de whisky, por favor -. Esperando el alcohol gire de nuevo mi vista a la pista con la esperanza de encontrar a alguien, y vaya si mis plegarias fueron escuchadas, justo en ese momento iba entrando el gran Andrew Cipriani. Sonreí divertida al ver que la noche ya había comenzado a tornarse mas interesante. Cuando mi bebida llego la tome y me levante acercándome silenciosamente al Mano Destra de los Cipriani. – Vaya Andrew, que raro verte aquí – dije con sarcasmo impregnado en mi voz. Tome asiento a su lado sonriendo de lado, mientras que le daba un pequeño trago a mi bebida. - ¿Y que te trajo esta noche a Domino? – pregunte interesada.

Escuché la voz de Jezebel, sin duda llena de sarcasmo aunque claro yo no me iba a quedar atrás yo también sabía jugar así. Noté el interés que había en su pregutna- Vaya Jezebel, créeme que no esperaba verte aqui, pero ahora que lo mencionas, eso no es algo de tu importancia pero como soy una gran persona te la diré- le dije acercándome un poco más a ella- La razón que me trajo aquí es la misma que la tuya- le dije sabía que ella solo salía cuando no tenía nada que hacer y tenía el día libre, ya que no era la primera vez que nos encontrábamos en un lugar como eso. Le di otra calada a mi cigarro mientras la miraba-¿Quieres?- le dije extendiendo mi mano con el cigarro- Yo sé que no me vas a negar nada que venga de mí- le dije para hacerla enojar con mis típicos comentarios egolatras.-Por cierto que bien te ves hoy- le dije con un tono bastante seductor para después darle otro trago a mi bebida.-Te invitó a que te sientes a mi lado a embriagarte hasta que no recuerdes nada- le dije con una sonrisa palpando la silla que estaba a mi lado

Enrole los ojos al escucharlo hablar, pero en parte me divirtió su contraataque. No me gustaba relacionarme demasiado con personas de otros bandos pero siempre y cuando estas no interfirieran en mi camino o en el de los Genovese, todo estaría bien. Sonreí de lado al escuchar el motivo por el cual estaba aquí esta noche, tenia razón en eso; aunque no nos conociéramos del todo, sabíamos perfectamente que ninguno de los dos estaría aquí si tuviera algo mejor que hacer, como en tantas otras noches donde compartimos un par de tragos. Enarque una ceja y bufe con molestia cuando lo escuche hablar de nuevo, sus palabras me recordaron el porqué nunca habíamos tratado de avanzar en nuestra relación, Andrew era un molesto arrogante ególatra. Y sabía perfectamente que yo detestaba eso, por lo que me provocaba a propósito. – No gracias, querido – dije con mi sonrisa más falsa – Estoy bien con esto – y levante mi vaso de whisky antes de darle otro trago. Enrole mis ojos por segunda vez en la noche al escuchar su piropo junto con su típico tono seductor, a decir verdad, no me había producido mucho para esta noche. Un par de tacos negros no muy altos, una mini de jean y una blusa negra al cuello que dejaba mi espalda al descubierto, el maquillaje era bastante sencillo, delineador, poca sombra y un gloss, nada más. Pero no pude evitar que mis comisuras se alzaran en una pequeña sonrisa, después de todo era una mujer, y a toda las mujeres les gustan que se les diga que están bellas de vez en cuando. Una pequeña carcajada escapo de mi boca y no tuve mas remedio que ir a sentarme en la silla a su lado. – Quizás seas tu el que no recuerde nada y yo me terminare yendo con tu billetera – bromee sonriendo de lado – O quizás algo mas -. Si lo pensaba, es no era una mala idea pero lo mejor era no meterme en problemas, por lo menos esta noche. Después de todo, no tenia que olvidar que el hombre sentado frente a mi era el mano destra de un bando contrario, y molestar a alguien de su rango no era una buena idea.